Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¿como no?)
de una princesa hermosa y rubia…
Un día, la princesa — vaya usted a saber por qué —
dio un beso al gordo y feo campesino…
y, mágicamente, éste se transformó
en un esbelto y apuesto príncipe.
(Por lo menos, así lo veía ella…)
(Por lo menos, así se sentía él..)
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
0 comments:
Post a Comment